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PERSONAL

El personal docente e investigador




Un elemento fundamental a la hora de analizar cualquier situación o evolución de la educación a cualquier nivel es el relacionado con el profesorado. En el ámbito de la educación superior se hace referencia al personal docente e investigador en la medida en que los profesores tienen que tener esta doble vertiente, cosa que en otros ámbitos de la educación no suele ocurrir.

      Fuente: Tomado de: Diagnostico de la Educación Superior en Iberoamérica 2019.

Con esta evaluación se esta mostrando el  número estudiantes y con el aumento en el número de universidades, las plantillas de profesorado hayan tenido que aumentar. Según los datos de la Red ÍndicES, el número de profesores entre 2010 y 2017 ha aumentado en casi 215.000, lo que supone un crecimiento en ese período del 16,47%.

En la calidad de educación superior un componente que se puede utilizar apara ver su calidad es la ratio alumno-profesor. El Gráfico 12 muestra esta ratio para una serie de países calculado por la UNESCO. En él se puede comprobar como los valores que toma son más que aceptables, aunque hay una gran disparidad, desde los 3,94 alumnos por profesor de Cuba hasta los 25,86 de la República Dominicana.

      Fuente: Tomado de: Diagnóstico de la Educación Superior en Iberoamérica 2019

Como se indicó anteriormente, el otro componente inseparable del profesor universitario es la faceta investigadora. Para intentar mostrar cómo ha evolucionado esta actividad en los países de América Latina y el Caribe se ha utilizado como referencia las publicaciones que se han recogido en el índice Scopus2. El Gráfico 13 muestra la evolución desde el año 2007 hasta 2017. Ahí se puede comprobar como en este período el número de publicaciones por cada 100 investigadores en equivalencia a jornada completa ha aumentado de manera continuada y pasa de 37,69 a 47,19, es decir, que han aumentado 9,5 publicaciones en estos nueve años, lo que supone un crecimiento del 25,21%. El Gráfico 14 muestra como la proporción de profesores con el título de doctor en América Latina es todavía bajo, salvo en Brasil, no alcanza en ninguno de los países seleccionados el 12%. Por lo tanto, se infiere, que el aumento en número de matriculados universitarios no está llegando a los programas de doctorado.

      Fuente: Tomado de: Diagnostico de la Educación Superior en Iberoamérica 2019


        Fuente: Tomado de: Diagnostico de la Educación Superior en Iberoamérica 2019

El reto de la formación docente en Educación Superior

La formación del docente debe ir pareja a los cambios didácticos y socioeducativos que se van generando en cada momento. De ahí, la importancia de la formación permanente del profesorado en todas las etapas educativas desde los principios de interacción, asimilación y acomodación (Akerlind, 2003; Coffey y Gibbs, 2000). Nos parece normal y deseable que un médico o arquitecto esté al tanto de las últimas técnicas o innovaciones para poder mejorar su praxis profesional y no provocar un daño a la población por su falta de compromiso o competencia profesional. El problema es que esta necesidad de formación y actualización en técnicas, instrumentos y metodología docente no siempre es bien vista por todos los profesionales. Existen todavía muchas reticencias a la innovación docente y también un halo de prestigio no siempre fundamentado en la clase magistral tradicional impartida por un profesor, especialmente en los niveles superiores de enseñanza (Biggs, 1999; Yoiro y Feifei, 2012). (como citó Vázquez, 2015).
Para complementar la información anterior dejamos la entrevista realizada por CEDU de la Universidad del Norte de Barranquilla (Colombia) a Cesár Guadalupe,  profesor de Ciencias Sociales y Políticas, y director de Gestión del Aprendizaje y Aseguramiento de la Calidad de la Universidad del Pacífico.

                       Fuente: Tomado de: YouTube
 



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